Nuestro corredor y Psicologo, Antonio Bruno Broncano, nos habla sobre la psicología en el Trail. Sin duda, si ya has corrido algun trail o ultratrail, sabrás de la importancia de este tema en nuestro deporte.
“Aspectos psicológicos básicos en el Trail”
Antonio Bruno Broncano (17/12/17)
El entrenamiento deportivo se rige por 4 parámetros: físico, técnico, táctico y psicológico.
Hasta hace muy poco, el aspecto psicológico en el deporte ha estado “encubierto” o se ha obviado bastante. Aún así, hoy nadie duda que las habilidades psicológicas son determinantes en el rendimiento del deportista. Las partes física, táctica y técnica están cada día más igualadas, por lo que el aspecto psicológico pasa a tener un papel principal.
Al hablar de preparación psicológica, hablamos de dotar al corredor de las habilidades y estrategias mentales necesarias para afrontar con garantías tanto entrenamientos como competiciones, aumentando su rendimiento y su bienestar. Igual que cualquier entreno, el psicológico debe ser personalizado y adaptado a las características personales del deportista y al momento de la temporada.
En los primeros compases de la temporada de Trail centraremos el trabajo en que el corredor se adapte a la nueva situación y a los nuevos retos, buscando su bienestar psicológico y físico. Trabajar la concentración/atención, la motivación y la gestión de la ansiedad/estrés puede ser fundamental de cara a las etapas posteriores. Este entrenamiento debe ir paralelo al físico y requiere de una elevada implicación por parte del atleta, adquiriendo y aprendiendo habilidades básicas para la relajación, monólogos o pensamientos positivos, visualizaciones que motiven y faciliten la concentración, etc.
En una segunda fase, donde se meten más cargas y se trabaja más la fuerza-resistencia, es esencial hacer hincapié en la importancia de la mente en la asimilación del trabajo físico y en la recuperación. Todo trailero tiene su tendón de Aquiles, unos en el gimnasio, otros en las series, otros en las tiradas largas, y es en este aspecto donde cada corredor deberá incidir más a nivel psicológico. Además de las variables anteriores, hay que fortalecer la autoconfianza, la perseverancia y la gestión que se hace del nivel de activación. En el Trail, además, es muy importante entrenar la tolerancia a la fatiga mental y física, así como aprender a regular esta y el nivel de sufrimiento de cara a las competiciones.
En la tercera parte de la temporada empiezan las “competiciones menores”, que son ideales para poner en práctica las estrategias aprendidas, incluso para entrenarlas de cara a las “competiciones mayores”.
En cuanto al momento de la competición, hemos de diferenciar precompetición, competición y postcompetición.
En la precompetición hay que identificar las rutinas que vienen bien antes de competir, las que llevan al corredor a tener sensaciones positivas, y potenciarlas para buscar ese bienestar psicológico. El calentamiento mental también es importante y hay que trabajar aspectos tales como el control de la activación, buscar autosugestiones que sumen, pensar en positivo, tener autoconfianza, etc., además de repasar mentalmente la estrategia y el plan de carrera.
En la competición es el momento de poner en práctica todo lo aprendido y entrenado, buscando el estado ideal para rendir al máximo. Tener claro y haber trabajado los aspectos mentales que favorecen o entorpecen las prestaciones es clave para alcanzar esa “zona de óptimo funcionamiento”, donde todo “fluye” (ese flow que busca todo competidor). Máxima concentración, control de los pensamientos y del nivel de activación, autoconfianza, búsqueda de la superación, metas claras y realistas a lo largo de la competición, etc. son las variables y los condicionantes que llevarán al éxito. Todo se ha entrenado previamente y nada se ha dejado al azar.
Por último está la postcompetición. En un primer momento hay que realizar una valoración objetiva de todo lo que ha traído hasta aquí al corredor y de la competición en sí, sin hacer críticas ni tomar decisiones en caliente, pero buscando aprender el máximo de todo lo ocurrido. Posteriormente sí habrá que hacer un balance general, utilizando autoregistros, para reflexionar sobre aspectos positivos, dificultades encontradas, cosas a mejorar y/o cambiar, etc.